Muchas personas son como un libro abierto, pasas la hoja y vas descubriendo como son, aprendes de ellos, se muestran tal cual son, puedes hojearlos y hojearlos y siempre tendrás libre acceso a conocerlos, por el contrario hay gentes que son como las cebollas para ir descubriendo como son tienes que ir capa por capa hasta llegar al centro de todo y asi logras conocerlas mejor.
Soy una cebolla gigante con infinidad de capaz que muchas de las veces nadie puede quitar, ya lo había dicho con anterioridad me es difícil confiar y mostrarme tal cual soy, a veces quisiera ser un libro abierto para que sepan en realidad como soy, para que vean que si soy especial en ciertas cosas es porque cada una de éstas tiene un ¿por qué?, que si soy payasa, que si soy rara, que si estoy loca, que si esto, que si el otro...
Tal vez no quiero que me conozcan tal cual, tal vez por eso me he empeñado en ser una cebolla, tal vez es miedo o temor a que sepan mis cosas, mis secretos, mis pensamientos, mis locuras... me he mostrado de una sola manera y no muchos logran quitar mis capas, solo hay una persona que ha sido paciente y que cuando se presenta la oportunidad empieza poco a poco a quitar éstas, pero que detengo cuando llega a un punto que no quiero tocar.
Sigue siendo difícil tratar de aprender a ser un libro abierto, mas bien soy un diario donde escriben sus secretos, donde plasman sus temores, al final el diario se cierra con candado y de ahi no sale nada, tengo tanta suerte podría decirse de que todos me cuenten sus historias, de que confien en mi, seguiré siendo una cebolla? llegaré a ser un libro abierto? sigo en ese proceso de descubrirlo...
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